Historia
Carretel, Psicoanálisis con niños, es la revista de la Diagonal Hispano Hablante y de la Diagonal Americana de la Nueva Red Cereda.
El principio fundador del Cereda es: “El niño es un sujeto por entero, un sujeto de pleno derecho”, es decir atravesado por el lenguaje, antes incluso de haber nacido.
El Cereda es un grupo de investigación de orientación lacaniana que se opone a hacer del psicoanálisis con niños una especialización, ya que parte de que el psicoanálisis es uno.
No se puede hablar de Carretel, sin hablar de Judith Miller, puesto que fue a partir de su idea de hacer una revista para poder hacer circular los trabajos en torno al análisis con niños, que Carretel comienza su andadura en 1998 en Barcelona.
Este primer número, titulado: “El síntoma en el niño”, se inauguró con un texto de Jacques Alain Miller fundamental para el Psicoanálisis con Niños: “El niño entre la mujer y la madre”.
La revista Carretel toma su nombre del pequeño objeto con el que jugaba el nieto de Freud y que éste usará en “Más allá del principio del placer”. Años después, Jacques Lacan en su Seminario 10: “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis”, recogerá la observación freudiana otorgando a este carretel el estatuto del objeto a en tanto que complemento del sujeto barrado, dando su lugar a una función precisa: “el hombre piensa con su objeto”.
Política de la revista
- Carretel es el lugar donde se recoge la producción de los diversos trabajos clínicos y de investigación -así como las preguntas y cuestiones dirigidas a la práctica analítica lacaniana con niños-, que se producen en los diversos grupos que conforman la Diagonal Hispanohablante y la Diagonal Americana. Siendo, entonces, el modo en el que se articulan ambas orillas del atlántico.
- Asimismo sirve como correa de transmisión, de vector de orientación en la práctica con niños, al editar textos de orientación; a la vez que traduce y publica textos que se producen en otros ámbitos del Campo Freudiano (el Instituto del Niño, la Red Cereda en Italia, etc.)
- La revista Carretel tiene en cuenta los impasses de la época y cómo el discurso analítico se sitúa ante ellos, así como también trata de recoger la actualidad del Campo Freudiano. Bajo esta égida se van conformando los sumarios de cada número.
En este contexto y con esta política se han ido publicando: las jornadas de la Nueva Red Cereda tanto de la Diagonal Hispanohablante como de la Diagonal Americana, así como artículos, dossiers o incluso un número completo de la revista sobre temas de actualidad cómo es el autismo que atraviesa prácticamente toda la historia de la revista Carretel; asimismo recoge las transformaciones de la clínica analítica y textos que trabajan alrededor de los conceptos y matemas de Lacan: la estructura, el significante, el Otro, el objeto a, que conciernen tanto al niño como al adulto.
La huella de Judith Miller en Carretel
Judith nos transmitió un estilo de trabajo en el Campo Freudiano, dejando una huella en cada uno que tuvo con ella una relación de trabajo, una huella muy propia.
Con su trabajo en el Campo Freudiano, Judith Miller dio al psicoanálisis la oportunidad de un porvenir.
Podemos destacar su viveza del deseo, un deseo sin retroceso posible –como dice Miquel Bassols-, un deseo que asume las consecuencias de hacerse acto, sin vuelta atrás, y que encarnó en el Campo Freudiano[1].
Podríamos decir que encontramos en los textos y decires de Judith una máxima: No ceder al discurso del amo. Discurso del amo que invade el siglo XXI con su régimen de la evaluación, que promete la felicidad para todos con la condición de estar a la altura de lo que la evaluación exige, es decir, ser dócil a las leyes del mercado mundial.
Los psicoanalistas deben examinar las consecuencias de este discurso y son los participantes del Cereda -decía Judith- los primeros que deben estar concernidos, ya que el discurso del amo ataca al discurso analítico y dice cómo tratar al niño. Así como también atañe al tratamiento del autismo, lo que hace que haya miles de niños etiquetados.
Se trata de proteger a los niños de las buenas intenciones y de las prevenciones de las que son objeto en la actualidad. Estas buenas intenciones prevén sin vergüenza el destino del niño, en nombre del “desarrollo normal”.[2]
Judith tenía una gran preocupación por una cuestión fundamental – como lo comprobamos en la mayoría de sus textos-: “Los cambios del mundo y con ellos los de la clínica (son sus palabras), exigen interrogar el lugar que tiene allí el psicoanálisis y la función que le toca a un analista; sabiendo que desde el nacimiento del psicoanálisis este lugar debe defenderse y esta delicada función sostenerse” Y continúa: “El porvenir del psicoanálisis se sostiene seguramente en la formación de los analistas”[3]
Por eso Carretel encuentra su brújula, desde el número 10 y coincidiendo con la formación del Instituto del Niño, en la orientación que Jacques-Alain Miller da en la conferencia de clausura de cada Jornada del Instituto del Niño –donde hace una interpretación de cómo situarse y tomar decisiones y elecciones ante las cuestiones actuales, teniendo en cuenta que esta interpretación conlleva una advertencia: “hemos de cuidarnos de ser seducidos por el discurso que buscamos seducir”. Es la ética del psicoanálisis lo que franquea los obstáculos si se sostiene firme en el principio enunciado por Lacan: “no ceder sobre su deseo”
La brújula que Lacan indica es, orientarse por lo real: es decir, lo que fracasa, lo insoportable que insiste.
“La Nueva Red Cereda -decía Judith Miller- no está sola en el Campo Freudiano, tiene la ventaja de tener en Carretel un instrumento en el que puede elaborarse el acto que cada psicoanalista hace en la soledad de su relación con la causa analítica y desde ahí transmitirlo a los otros, dando a compartir una parte de su soledad”
Begoña Isasi
[1] Bassols, M.: “Judith Miller, un deseo sin retroceso posible” en Lacan Cotidiano nº 29
[2] Miller, J.: “Lo que el niño sabe”
[3] Miller, J.: “Editorial”
Comisiones
La directora de publicación ha sido Judith Miller hasta su fallecimiento y, han sido responsables editoriales: Ana Candeo (Barcelona-1998), Susana Carro (Madrid-1999-2004), Adriana Abeles (Buenos Aires – 2005) Julio González (Bilbao-2008-9) y Begoña Isasi (Bilbao 2010 – 2020).
Los distintos directores se han acompañado de dos comités en el que se han ido incorporando y han permutado los sucesivos colegas:
– Un comité de edición: Nicolás Landriscini, Jorge Lastra, María Verdejo y Susana Viar
– Un comité de redacción: Adriana Abeles, Luis Alba, Susana Carro, Carmen Cuñat, Alejandro Daumas, Marcela Errecondo, Mª Eugenia Insua, Adriana Laion, Ana Lía Gana, Antonia García Lozano, Carmen Grifoll, Nicolás Landriscini, Rosa Liguori, Mariam Martín, Graciela Olivari, Josefina Sotos Fuentes, Gustavo Stiglitz, Miguel Ángel Vázquez, Victoria Vicente y Gracia Viscasillas.
En 2019 se establece una Comisión de Carretel con una directora editorial de enlace, Carmen Garrido, para posibilitar la permutación de la directora editorial, Begoña Isasi.
En 2020 se edita el último número, Carretel nº 15, siendo la directora de la publicación Eve Miller-Rose y Begoña Isasi responsable editorial.
Con el comité de redacción: Adriana Laion, Mirta. Berkoff, Mariam Martín y Cristina Drumond.
Números publicados